miércoles, 16 de noviembre de 2016

Crítica teatral: “La sufridera”

Siete personas llorando los últimos minutos de su ser amado. Y no son parientes entre sí, por el contrario, todos son sus amantes, novios, fans o admiradores. Desconocemos que cercanía y nivel de concreción tenían con el hombre que agoniza en la habitación contigua, pero lo que vemos es realmente una sufridera. Todos sufren, todos lloran, todos se revuelcan de dolor por amor y todos lo piensan, lo sientes y ya lo extrañan. Y así surgen los primeros conflictos, roces, choques, peleas y agresiones. Claudio Gotbeter nos presenta una maravillosa obra de teatro, que encuentra en su director Ariel Osiris, su mejor albañil. La construye a la perfección. Derecha, sin huecos ni distracciones. “La sufridera” es un placer visual.

Seis mujeres y un hombre. Pero el hombre, por momentos hace más chisme que todas esas mujeres. René lo ama a Homero y aunque sufre ataques suicidas, aún se mantiene en pie para despedirlo en su último suspiro. El resto de las mujeres, entre el enigma, lo oculto y lo silencioso, muestran su hilacha. Todas diferentes entre sí, pero unidas por algo que desconocemos y que no nos cuentan. Eso es lo atractivo, eso hace que la hora y media se conviertan en un puñado de minutos. La espera nos desespera y así la obra es casi efímera. La música en vivo se rige por el acordeón de Fausto Silva.

Cantan un bolero y la obra toma otra dimensión. De la comedia negra al musical en cinco segundos, para después merodear el humor absurdo, el irónico, el drama, la angustia y lo superficial. Es un drama, pero contada tan torpemente, que da risa. Una clase de dirección de Osiris que nos da todos los géneros para que nosotros nos acomodemos en la butaca y disfrutemos del mejor teatro que el off nos puede brindar.

Todos los viernes a las 23hs., en el Teatro Del Artefacto, Sarandí 760, C.A.B.A., Argentina. Reservas: 4308.3353. Entrada general $180 (Descuentos para estudiantes y jubilados $120).

Por Axel Serrano.






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