Las obras de
teatro que inician y terminan, no tienen por qué ser las mejores, pero sí en
caso de ser buenas, las que más fáciles se disfrutan. Después está el teatro
fragmentado y volátil que deja muchas veces
en manos de cada espectador la verdadera interpretación. Y después, entre
tantos estilos, está el de Ariel Boiola con su “Cuerpo caníbal”. Que nos
muestra un momento concreto en la vida de un grupo de personas, sin darnos
antecedentes ni indicios de lo que vendrá. Es eso, una hora de un relato
encriptado, que muestra a seres encerrados intentando sobrevivir; intento que
late al compás del canibalismo.
La música
mitad en vivo y mitad suspenso, le da otro nivel a la puesta. Los personajes,
oscuros, desagradables y quebrados, tiñen todo de deformidad. Así plantea la
historia su autor, el mismo Boiola, que también dirige y actúa.
Con
licencias interpretativas de quien escribe, podríamos decir que la obra hace un
paralelismo entre la forma de vivir del ser humano en un mundo que se vuelve
adverso, con esos seres oprimidos. Personas que en su afán de seguir creciendo
pisan al de al lado sin ver quién realmente es. La selva de la que todos hablan sobre el mundo actual, con la diferencia
que su autor, baja un nivel más, mostrando de forma más salvaje a los
ciudadanos. Uno que manda, otro que lo sigue y el resto que se divide entre
ratas, peces y lobos.
“Cuerpo
caníbal” puede disparar miles de bisectrices argumentales, cada uno le dará la
que más crea correcta.
Todos los
sábados a las 21hs., en el Teatro El Espión, Sarandí 766, C.A.B.A. – Argentina.
Reservas: 4943-6516. Costo de entrada: $100 (Descuentos a estudiantes y
jubilados $70).
Por Sofía
Tambone
@estaenbaires
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